miércoles, 13 de abril de 2011

El eufemismo del vago.


Hace años a muchas personas se les llenaba la boca llamando continuamente a los jóvenes vagos. Había prosperidad, había trabajo (aunque fuese precario) y algo había que hacer y eso era estar en continuo movimiento.
Tenias que trabajar o estudiar o las dos cosas a la vez (cosa que muchos siguen haciendo). No podías celebrar fiestas, no podías irte a discotecas, no podías estar en el parque sentado o irte al campo de futbol o la pista de baloncesto del barrio a jugar, porque si lo hacías eras un vago.
Si por la tarde acudías a los recreativos del barrio a pasar el rato, eras un vago, aunque te hubieses levantado a las 7 para ir a clase o para acudir al trabajo.
El caso era estar siempre ocupado y que no utilizases tu tiempo de ocio. Un tiempo en el cual no entendían que podías no tener ninguna obligación y que podías dedicarlo para hacer lo que te diese la gana y eso podía ser simplemente no hacer nada.
Ahora esas mismas personas que en su momento llamaban vagos a estos jóvenes les ha dado por utilizar un eufemismo, porque veían necesario cambiar la palabra y porque quieren ser más “modernos”.
Lo malo es que a este grupo se les ha unido un grupo de personas que casualidades de la vida, fueron jóvenes (en el sentido de edad, no de espíritu) hace poco tiempo y que inclusive algunos de ellos lo siguen siendo en estos momentos.
El eufemismo es que los jóvenes de ahora no se indignan, no se movilizan, no se rebelan. Son conformistas y todo lo que sucede alrededor de ellos no les importa.
¡¡Mentira!! Siguen existiendo miles de jóvenes que se interesan por lo que les pasa a los demás, jóvenes que buscan y luchan un presente mejor. Jóvenes que tratan de cambiar lo que no les gusta. Pero eso sí, lo siguen haciendo a su manera.
Algunas personas son incapaces de verlo, porque se han puesto unas gafas especiales que les hacen creer que solamente son ellos los que tratan de cambiar el mundo y que toda aquella persona que no haga lo que ellos hacen, no se rebela, no se indigna, sin eufemismos diríamos que son unos vagos.
En mi modesta opinión creo que todo momento tiene sus formas de participación y que debemos de ser conscientes que todo lo que hacemos es participación y que todo lo que hacemos sirve para cambiar el mundo en el que vivimos y hacer de el un lugar mejor.
El hecho de que miles de jóvenes no participen en asociaciones, no militen en partidos políticos, no se afilien a sindicatos, no sean activos políticamente en las redes sociales y solo utilicen estas para reírse y colgar fotos de lo que hicieron el fin de semana, no sean “guay” y tengan cien mil seguidores en Tuenti, Facebook, Twitter, no tengan un blog en el cual analicen lo que sucede en Costa de Marfil, no significa que la juventud de este país este perdida y necesite de líderes especiales para reconducirles, no.
Nuestra sociedad cambia a un ritmo vertiginoso y las herramientas que se utilizaban hace unos años para mostrar tu descontento han cambiado al mismo ritmo. Por una vez dejemos de acusar a nuestros jóvenes de inmovilismo y centrémonos en el movimiento que vamos haciendo día a día. Acusar a los demás de lo que no hacen, tal vez sea en cierta medida una confesión de lo que nosotros no hacemos.