lunes, 31 de enero de 2011

La “buena Ética” de un político, 1ª Parte.


Muchos son los rasgos que deben caracterizar a mí entender a un político, pero si uno de ellos debe ser necesario e imprescindible, ese debe de ser el de la buena ética.
En la definición que podemos encontrar en el diccionario de la Lengua Española de la RAE, podemos ver que ética significa entre otras cosas; “un conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”.
Ahora bien, ¿Cuales son esas normas morales que rigen esa conducta? O mejor dicho ¿Qué es moral?
Ojeando ese mismo diccionario al que hacía referencia, podemos ver que la definición como adjetivo de moral, es; “Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o la malicia”.

Vista esta definición, la “buena ética” de un político nos daría como resultado una persona en la cual las acciones que rigen su conducta, son siempre buenas. Sin perjudicar a nadie, sin ningún tipo de maldad o aprovechamiento en beneficio propio y sobre todo siendo justa y generosa.
Todo esto significaría que aquélla persona que se dedica a la política, nunca debería de tener conductas maliciosas y mucho menos perjudicar a nadie con las acciones o decisiones que lleve a cabo. ¿Es esto posible?

Como esta pregunta llevaría a cabo una larga reflexión, la cual sinceramente no puedo expresar en pocas palabras, quiero aprovechar estas palabras para hablar de algún que otro político que conozco, quien carece totalmente de “buena ética”.
Los lectores me excusaran que no cite nombres, cosa que dará lugar a especulaciones, pero quienes bien me conozcan, podrán hacerse una vaga idea de quienes son estas personas.

¿Tiene buena ética, la persona que desempeña o se propone a desempeñar simultáneamente más de un cargo institucional de elección directa?
¿Tiene buena ética, la persona que utiliza un discurso, pero no pone todo de su parte para que ese discurso se haga realidad?

Preguntas abiertas, que dejo para el debate, pero que en todo momento nos deben hacer reflexionar, sobre la POLITICA en mayúsculas.