viernes, 25 de enero de 2013

138. Israel, camino de un posible aislamiento o no.

El pasado 29 de Noviembre de 2012, 138 países votaron a favor de la incorporación de Palestina como estado observador en la ONU, 41 se abstuvieron y 9 países se negaron. EE.UU, Canadá, República Checa, Panamá, Nauru, Palau, Micronesia, Islas Marshall e Israel, fueron los países que votaron no.

Si sumamos la población que representan los países que han votado en contra de esta decisión nos daría aproximadamente un 5,2% de la población mundial. Por otro lado los países que votaron sí o se abstuvieron, representan el 94,8% de la población del mundo, 6.630 millones de seres humanos.

Tal vez pueda parecer que este dato no es relevante, pero si vamos desglosando entre continentes, importancia en la economía actual y previsible importancia en la economía mundial futura (los llamados países emergentes), la lectura del dato merece más relevancia.

Por ejemplo, fijémonos en el resultado de lo votado por los países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este Consejo está formado por 5 países, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, solo uno ha votado en contra EE.UU. Este resultado sería impensable hace pocos años, pero lo importante no es eso, si no la tendencia que puede estar marcando.

Pero ¿y si nos fijamos en lo votado por los países de centro-América y del cono sur? Vemos que el único que voto en contra fue Panamá, que sumado a las abstenciones de Colombia, Paraguay y Guatemala, dan un resultado alentador para Palestina de cara al futuro. Fijémonos que Brasil, uno de esos países emergentes y que se baraja pueda entrar en el Consejo de Seguridad Permanente (de ampliarse este), vota a favor. No quiero entrar a valorar el perfil de la sociedad brasileña, pero se debe tener en cuenta una gran simpatía por la causa palestina que marca su agenda internacional.

¿Y si nos fijamos en lo votado en Asia? Veremos que el voto a favor se convierte en aplastante, siendo solamente Mongolia y Corea del sur los únicos que se han abstenido. Podríamos valorar el voto de Corea del sur por el apoyo que le presta EE.UU en la difícil situación con su vecino del norte, provocando así un voto de seguidismo a lo que vote EE.UU. Aun así lo destacable de esa zona del mundo es el voto de dos grandes países en la economía mundial de ahora y sobre todo del futuro, China e India. Los intereses de China en muchos países árabes y de mayoría musulmana, marcan también la agenda internacional de este gigante asiático y podemos ver que la importancia de Israel va cada vez a menos en lo referente a las relaciones comerciales.

¿Y en África, cual fue la tendencia de voto? Vuelve a haber una mayoría aplastante del sí y los únicos países que optaron por la abstención fueron Zaire, Malawi, Camerún y Togo. No debemos obviar la creciente presencia de China en todo este continente y la coincidencia en muchas de las posturas que se están tomando en el plano internacional. También es importante tener en cuenta el voto a favor de Sudáfrica  que es uno de los más claros y firmes apoyos a la creación de un estado palestino. Recordemos que en el caso de ampliación de la permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, desde hace tiempo se viene reivindicando la presencia de un país africano y Sudáfrica es un firme candidato.

¿Y Europa? Pues el único voto en contra es de la República checa a las cuales sumar las abstenciones de Reino Unido, Alemania, Albania, Andorra, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Estonia, Hungría, Holanda, Mónaco, Montenegro, Polonia, Rumanía  Eslovaquia, Eslovenia, macedonia y Letonia. Europa sufre un desgaste interno muy grande con cada posicionamiento respecto a Palestina e Israel, pero esta tendencia tiende a desaparecer con el tiempo y prueba de ello es que solo un país voto en contra. Ni si quiera Reino Unido quiso negar el derecho de Palestina a ser miembro observador de la ONU.

Esto marca una tendencia que desde Israel no debe de obviarse. Aunque las simpatías de la ciudadanía europea siempre han sido mayoritariamente hacia Palestina, los gobiernos europeos siempre dudaban en mostrar este apoyo en los organismos internacionales. Ahora parece que las nuevas generaciones de políticos, conocedores de la historia de Europa, pero que no se sienten en la obligación de seguir siendo rehenes de unos acontecimientos que no deben volver a repetirse, han optado por adaptarse a la realidad actual y empiezan a ser conscientes de que lo sucedido hace años no puede servir de eterna excusa.

Estas situaciones que se dan en Europa, podrían ser extrapolables al resto del planeta y deben de servir para que Israel se replantee su política de apoyos y sobre todo su política de cara a la creación del estado palestino. Cada día que pasa, quien pierde más es Israel y todo por la inoperancia de parte de su gobierno y su política exterior en el sentido más amplio.

Los gobernantes de la mayoría de los países del mundo son fiel reflejo de su sociedad y en votaciones como la acontecida el pasado noviembre en la ONU, se ve por dónde va la opinión pública. El conflicto que afronta la creación de un estado Palestino es un tema ampliamente conocido por la mayoría de la población del planeta y el que un país apoye o no esta opción cada vez depende menos de las presiones internacionales y de esto debería ser consciente el gobierno de Israel, ya que de seguir con esa actitud, el aislamiento en el apoyo a su causa puede ser mayor.