miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Inmigrantes votando? Una oportunidad perdida.

El pasado mes de julio, el Rey Juan Carlos I visitó Marruecos junto a varios ministros, rectores de universidades y empresarios. Este viaje, que duró casi una semana, fue un encuentro de alto nivel entre España y Marruecos, que sirvió para reforzar los lazos históricos entre estos dos países vecinos. Muchos fueron los temas que se abordaron y los acuerdos que se firmaron tras este encuentro de alto nivel. Pero uno de los temas cruciales y que atañe muy de cerca a la ciudadanía de origen marroquí que reside en España fue —tal vez de forma premeditada— ignorado.
No voy a hablarles de lo que se trató y ya sabemos, sino de lo que no sabemos porque no se quiso tratar. Mientras se celebraba esta mini-cumbre se cumplían cinco años de la aprobación, en el 37º Congreso Federal del PSOE, de la enmienda en la cual el partido se comprometía a defender y a impulsar desde el Gobierno que la ciudadanía de origen extranjero residente en nuestro país pudiese votar en las elecciones municipales. A día de hoy —pasados cinco años— más de medio millón de personas de origen marroquí que residen en España deberían tener derecho a voto en las elecciones municipales. Pero la realidad es que siguen esperando los pasos del Gobierno español respecto a si firma, o no firma, el convenio de reciprocidad con Marruecos.
Recordemos que fue el Gobierno socialista —tras asumir en su Congreso político que los inmigrantes debían votar en las elecciones municipales— el que inició los trámites para la firma de convenios con los países de origen respectivos, nombrando en el Consejo de Ministros de agosto de 2009 a un embajador en misión especial: el diplomático Gonzalo de Benito Secades. Desde ese mismo momento, varios fueron los convenios que se firmaron y se ratificaron en el Parlamento, permitiendo así que en las elecciones municipales de mayo de 2011 pudiesen votar, previa inscripción en el censo electoral, las personas provenientes de los siguientes países: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú.
Pues bien, años después de esta iniciativa política, fruto de las reivindicaciones de colectivos de inmigrantes y movimientos sociales, el Gobierno no ha dado un solo paso que despeje la incógnita de cuándo se firmará este convenio con el Reino Alauí. Uno de los principales escollos para llevar a cabo el requisito de reciprocidad se salvó cuando Marruecos, a través de un referéndum, modificó su Constitución, facilitando así la participación política. La propuesta quedó recogida de la siguiente manera: “Los extranjeros disfrutarán de las libertades fundamentales reconocidas a los ciudadanos marroquíes, de conformidad con la Ley. Aquellos que residen en Marruecos podrán participar en las elecciones locales, en virtud de lo que establece la Ley, la aplicación de convenios internacionales o de prácticas de reciprocidad”.
¿Qué es lo que sucede entonces para que, aun habiendo modificado Marruecos su Carta Magna, España todavía no haya firmado el Convenio?
La respuesta la podemos encontrar en las declaraciones de numerosos parlamentarios del Partido Popular. Cuando se aprobó la nueva Constitución, el 1 de julio de 2011, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, anunció: “Vamos a firmar acuerdos para que ese derecho sea recíproco”. Sin embargo, el Partido Popular señalaba que no se debe permitir el voto de los ciudadanos de origen marroquí, especialmente en Ceuta y Melilla, ya que estos son ciudadanos de un país que reivindica esos territorios. También decían que no podía haber reciprocidad porque hay muchos más marroquíes en España que españoles en Marruecos, una desproporción que no les preocupó cuando se otorgó el voto a colombianos y ecuatorianos. Además, estos parlamentarios dejaron caer que su partido vetará cualquier acuerdo de reciprocidad con Marruecos. Esta última frase es la que resumiría la actitud del PP: negarse a firmar desde el Gobierno un convenio de reciprocidad.
Por todo ello, desconcierta saber que la persona que en 2009 se encargaba, por orden del Gobierno, de conseguir de los Estados la firma de los convenios, ahora que forma parte del Gobierno como Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, no sea capaz de informar sobre cuándo se va a firmar el convenio con Marruecos. Lo que hace pensar que detrás de todo esto hay un conflicto de ideología en el cual el ciudadano de origen marroquí se ve perjudicado por todos los estereotipos y prejuicios negativos que vuelca día tras día la derecha española y europea.
No es casual este comportamiento en el Gobierno del PP, pero no por ello deja de ser denunciable la parcialidad con la que se concede un derecho. Además ¿no creen ustedes que facilitar la participación política fomenta la integración social de los nuevos ciudadanos? Tenemos que ser conscientes de que viven con nosotros, trabajan con nosotros, pagan impuestos como nosotros y utilizan los mismos servicios públicos que nosotros. Por eso es de justicia que también puedan decidir con nosotros y que, a través del derecho de voto, puedan, como nosotros, otorgar o retirar su confianza a quienes ocupan cargos electos en los gobiernos locales.

Articulo publicado en El País el pasado domingo 11-10-2013. http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/10/11/madrid/1381514722_987156.html

martes, 24 de septiembre de 2013

Rajoy nos borra del mapa internacional

Lo han vuelto a hacer. De nuevo el PP, víctima de su precipitación en la toma de decisiones, se ha metido en un laberinto diplomático. Su incontinencia a la hora de mostrar el apoyo a EEUU respecto al conflicto sirio ha involucrado al Gobierno español que, además, se niega a dar explicaciones en el Parlamento.

En el último encuentro del G-20 celebrado en San Petersburgo, tuvimos conocimiento, a través de una nota de la Casa Blanca, de una reunión paralela en la que Mariano Rajoy firmó -en nombre de la ciudadanía española- un comunicado de apoyo a EEUU junto a 9 países (Australia, Arabia Saudí, Canadá, Corea del Sur, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Turquía). Desde ese momento no han dejado de surgir dudas respecto a lo que conlleva la firma de dicho documento por parte de nuestro Presidente.

Para intentar clarificar estas dudas, el diputado del PSOE, Álex Sáez Jubero, le hizo la siguiente pregunta al Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, García Margallo: ¿Cuál es la posición del Gobierno en relación con la situación en Siria? Pero, por desgracia, una vez más, el Grupo Popular ha dejado claro en el Congreso que no piensa ser transparente en sus acciones y ha establecido su veto a que la Cámara celebre un Pleno para que el Presidente del Gobierno exponga su posición al respecto.

Estos gestos del Gobierno y de los diputados populares, demuestran que el ejecutivo no es capaz de articular una respuesta del papel de España respecto a lo que sucede en Siria. En la cumbre del G-20, Rajoy acudió raudo y veloz a la firma de un documento a cambio de una foto con Obama en medio de un pasillo, que parecía más un robado a un famoso que el encuentro entre dos presidentes de gobierno. ¿Y qué hizo el Presidente español cuando estaba junto al Presidente de una de las mayores potencias del mundo? En lugar de aprovechar ese momento para pedir una acción humanitaria, se limitó como siempre a sonreír y no decir nada. Si la prioridad en Siria es la seguridad y la libertad de sus ciudadanos -según dijo la portavoz del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, tras el último Consejo de Ministros- ¿por qué no encabeza España, como primera medida, una ofensiva a nivel europeo y a nivel internacional, por ejemplo en la ONU, para reforzar el envío de ayuda humanitaria a los millones de refugiados? Tal vez esto no pueda ser posible porque el Gobierno español es cada día más inútil e incompetente y solo sirve para crear incendios diplomáticos. Véase lo sucedido este verano con Gibraltar.

Mientras, en el Reino Unido (ese país con el que tenemos el conflicto de Gibraltar) se daban dos circunstancias que deberían de servir de ejemplo para el Gobierno español y demuestran el antagonismo a la hora de hacer política, y eso que ambos son de derechas. Por un lado, el Primer Ministro, David Cameron, sometía a votación de los representantes de la soberanía popular, en un claro gesto de transparencia democrática, la propuesta de una intervención militar en Siria saltándose a la ONU. Los parlamentarios británicos votaron no. Días después de que el Primer Ministro recibiese este revés político, anunciaba un aumento de la ayuda humanitaria, aportando más de 60 millones de euros para alcanzar así la cifra de 475 millones de euros destinados a tratar de aliviar una de las peores crisis de refugiados del siglo.

Comparando estas dos actuaciones de dirigentes políticos, destaca el poco respeto que Rajoy le tiene al Parlamento español y su incapacidad para comunicar a la opinión pública lo que está pasando. Han convertido a España en un país irrelevante que dista mucho de la capacidad diplomática española de hace unos años. Cabe recordar cuando el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió con el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon respecto al conflicto libio y cómo España presionó para que la Resolución que se alcanzó en el seno de las Naciones Unidas, reconociese la iniciativa y la implicación de las organizaciones regionales, sobre todo, la Liga Árabe, pero también la Unión Europea. Hoy en día, una reunión de Mariano Rajoy con el Secretario General de la ONU es impensable. Por desgracia, ya que como país podríamos aportar mucho, como ya hemos demostrado en anteriores ocasiones. Un gobierno serio y en condiciones, y no el que tenemos presidido por Rajoy, hablaría del importante papel de la ONU, que no se limita a autorizar o no intervenciones armadas, única cuestión que parece ser objeto de debate. Un gobierno serio recordaría que la ONU también es ACNUR o UNICEF, organismos que están paliando las consecuencias del conflicto sirio. Un conflicto que lleva más de dos años y que por ahora se ha cobrado decenas de miles de víctimas y ha provocado que más de 2 millones de personas hayan abandonado sus casas, buscando refugio en países vecinos como Líbano, Jordania, Irak y Turquía.

Si lo único que puede aportar el señor Rajoy como solución al conflicto sirio es la firma de un documento sin conocer lo que ello conlleva, si no se dedica a trabajar para impulsar la diplomacia y la ayuda humanitaria a través de los organismos internacionales, creo sinceramente que está incapacitado para representar a España.

Articulo publicado en Infolibre: http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2013/09/14/rajoy_nos_borra_del_mapa_internacional_7674_1023.html

viernes, 13 de septiembre de 2013

Si no hay Sanidad, no hay Olimpiadas.

El pasado 7 de Septiembre, el sueño olímpico de Madrid 2020 se convirtió, por tercera vez consecutiva, en una pesadilla. Varios días después de este varapalo, ninguna de las autoridades ha sido capaz de dar una razón convincente del porque hemos pasado de ser la “ciudad favorita” tal y como vendían muchos políticos, atletas, empresarios y medios de comunicación entre otros, a ser la ciudad castigada injustamente.

En estas líneas voy a obviar las múltiples y desafortunadas respuestas que han dado (una vez se conoció el veredicto) muchas de las personas antes mencionadas y que demuestran que no saben perder y lo más peligroso, que crean futuros enemigos por si España desea optar de nuevo a albergar unos juegos olímpicos.

Por ahora, las únicas declaraciones que ha dado el presidente de la candidatura, Alejandro Blanco, tras llegar a Madrid, han sido para hablar de la necesidad de una “reflexión serena” para dar con las razones de la derrota de Madrid y yo, sin ningún objetivo más que el de ayudarle en su “serena reflexión”, le escribo varios apuntes.

¿Piensa el Gobierno de España que su política de trato a los millones de personas de origen extranjero ayuda a conseguir aliados en la búsqueda de lograr sus objetivos?

Lo dudó mucho. Parece que no recuerdan que hace unos días se cumplía un año de la entrada en vigor del discriminatorio Real Decreto 16/2012. Esta medida política del PP, considerada por miles de personas como un “apartheid sanitario”, permite que casi un millón de seres humanos no tengan acceso a la Sanidad. Una víctima de esta discriminación fue Alpha Pam, que falleció por negársele el tratamiento a una tuberculosis que sufría. ¿Cuánto costaba la radiografía y los medicamentos que hubieran salvado la vida de esta persona? Seguramente una cuarta parte del coste de uno de los billetes de avión de uno de los 180 miembros de la delegación que acudieron a Argentina para ver si nos daban las Olimpiadas.

Ante esto me pregunto una cosa. ¿Cree Rajoy que el miembro del COI de Senegal habrá apoyado la candidatura olímpica? ¿Y el resto de países que tienen en España una amplia comunidad de ciudadanos y saben que el PP les tiene en el punto de mira de sus políticas discriminatorias?
Le recomiendo al presidente de la candidatura, Alejandro Blanco, que tome nota de este apunte para su “reflexión serena” y se lo traslade al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y así sepan que múltiples han sido los motivos por los que no le han concedido a Madrid el honor de celebrar unos Juegos Olímpicos.

¡Ah! Y también le pido una cosa a las múltiples autoridades que acudieron y defendieron la candidatura olímpica. Defiendan las candidaturas diarias de miles de personas a tener un trabajo digno, una vivienda digna, una educación pública de calidad y por supuesto, una sanidad pública, universal y gratuita.

martes, 2 de julio de 2013

Como ser Intercultural y no morir en el intento.

Os dejo un articulo mio que salio publicado el pasado junio en "eldiario.es"
España, año 2013 de la era occidental, o 1434 de la era musulmana o 4711 de la era china, elija usted la que quiera. La fecha no es determinante para analizar el contexto social en el que vivimos, son los hechos los que determinan en qué momento se encuentra nuestra sociedad y estos hechos por desgracia nos trasladan a una época en la que nos vemos envueltos en grandes retrocesos sociales, sobre todo en lo concerniente al reconocimiento de la alteridad como núcleo esencial de los Derechos Humanos.
Gestionar la Diversidad social en la que nos encontramos es en sí mismo un reto complicado y más si somos conscientes de que las personas que se encargaran de gestionarlo son individuos que forman parte de nuestra sociedad, por lo que debemos tener en cuenta que ambiente es el que les rodea para saber así como reaccionan.
Para un sencillo análisis del cómo se utiliza de manera irresponsable, o no, las corrientes de creación de opinión, podríamos empezar por los medios de comunicación. Existe una preocupación por la representación que los medios de comunicación europeos dan del mundo árabe y musulmán y el énfasis por trasladar esta imagen podríamos decir que empieza tras la primera guerra del Golfo, poco tiempo después de la caída del muro de Berlín. Es a partir de ese momento en el cual podríamos decir que el enemigo pasa de ser el “rojo” (contexto de la guerra fría y la lucha entre los dos bloques, el occidental y el de los países comunistas) a ser el “verde”(color que representa el Islam). Ya en su momento, Edward Said alerta en su análisis sobre la cobertura mediática del islam (Said, 1997) que “para la opinión pública en general de EE.UU y Europa, el Islam representa noticias desagradables. Los medios, los gobiernos, los estrategas geopolíticos y los académicos, todos ellos coinciden en señalar al Islam como una amenaza para la civilización occidental”.
Analizado este contexto, podríamos afirmar que tal y como explican Maxwell McCombs y Donald Shaw en su “teoría de la configuración de agenda”, los medios nos dicen sobre que pensar y por tanto, sobre que opinar. Esto aclararía que las responsabilidad sobre lo que está sucediendo es compartida y nos debería hacer reflexionar sobre qué modelo de sociedad queremos.
Pero tal y como decía Edward Said, existen muchos responsables en la representación de una imagen desagradable de Islam o lo Árabe. Si analizásemos el papel de los medios audiovisuales, veríamos que en muchas ocasiones de una manera sutil y en otras no tan sutil, las series de televisión o las películas en las cuales salen árabes o musulmanes, el papel que se les asigna e interpretan refuerzan estereotipos (viven en el desierto, visten chilabas, son los malvados de la película o de la serie, se mueven por odio o venganza, son de piel oscura y llena de cicatrices, etc) hasta las películas de dibujos animados como la de Aladdin, refuerzan esta imagen asignando un acento más marcado y diferente a la hora de hablar, acompañado de rasgos más marcados a los malos (nariz ganchuda, barba larga, ojeras muy marcadas).
Tampoco se quedan cortos algunos intelectuales y académicos. En este ámbito especializado encontramos de manera destacada al ideólogo de la Teoría del “Choque de Civilizaciones”(Samuel Huntington) el cual, en un momento dado de su teoría, habla del “peligro de los musulmanes y de su propensión hacia el conflicto y la violencia que los convierte en una amenaza” Con estos comentarios contribuye de forma intencionada a alimentar una imagen violenta y que sirve para generar odio, ligando unas características de identidad del individuo a la violencia y el conflicto.
Pero no solo Huntington contribuye al discurso del miedo y del prejuicio y estereotipo, también podemos encontrar declaraciones sorprendentes de la mano del premio Príncipe de Asturias, Giovanni Sartori, el cual afirmaba que “…el Islam representa el extremo más alejado de Europa…La integración de sus fieles es muy difícil. Esta situación mejorara con los inmigrantes de segunda generación…siempre que no sean educados en escuelas musulmanas”. En este discurso se puede apreciar un afán por la anulación total de los orígenes del individuo, haciendo que se asimile al entorno en el que vive, pretendiendo a su vez crear una imagen falsa del continente europeo ignorando las aportaciones musulmanas a la creación de Europa y sobre todo excluyendo a una parte de la ciudadanía europea musulmana propia del continente de países como Croacia, Bosnia o Bulgaria entre otros.
En resumen, revisando el papel de los medios, académicos y demás sujetos notables de repercusión, podríamos decir que nos encontramos ante lo que Hall denomino como el “poder simbólico” consistente en la capacidad de marcar, asignar y clasificar a otros reforzando los estereotipos y aumentando los prejuicios. Esto lleva tiempo ocurriendo con diversidad de colectivos y en cada ocasión existen cada vez mas entidades interesadas en la creación de conflictos resaltando las diferencias en lugar de los puntos de unión.

Todos estos ejemplos demuestran las trabas a las que cualquier persona se tendrá que enfrentar para iniciar un diálogo interno y posteriormente externo, de acercamiento y respeto al otro, al diferente. Si alguien hoy en día quiere convertirse en un individuo pleno y ciudadano global, deberá salir indemne de todo este caudal de información negativa y estereotipada, para así llegar al final a convertirse en un miembro de esta sociedad Intercultural y no morir en el intento.

domingo, 16 de junio de 2013

Actores secundarios en Siria.

España ha sido, o al menos siempre se ha pensado así, un país interlocutor con el mundo árabe. La simpatía que desde el mundo árabe se profesa hacia España es real, siendo este sentimiento reciproco por parte de la mayoría de la población española. Además, esta sensación ha estado motivada en gran parte por la cercanía social y física propiciada como país mediterráneo, sumado a los muchos capítulos de la historia compartida con el mundo árabe-musulmán.

 En el caso de Siria, podríamos decir que desde siempre ha existido una complicidad y que los sucesivos Gobiernos españoles, socialistas pero también del Partido Popular, se han esforzado por mantener a toda costa una relación privilegiada con el régimen de la familia Asad. Múltiples han sido las visitas bilaterales, Felipe González viajó a Damasco en 1995 siendo presidente de turno de la UE y aun habiendo vivido un capitulo complicado como fue el de la muerte del embajador español Pedro de Aristegui, víctima de un proyectil que cayó en la Embajada de España en Líbano en 1989 y que los servicios de inteligencia dicen que era de procedencia siria. También José María Aznar visito Siria en 1999, poco antes del fallecimiento de Hafez el Asad. A su vez, es importante recalcar que el actual presidente sirio, Bashar el Asad, eligió España en 2001 para efectuar su primera visita como presidente a un país no árabe, repitiendo viaje a Madrid en 2003.

 Pero entonces; ¿Que ha sucedido en los últimos años que justifique que desde que se inicio el conflicto sirio en Marzo del 2011, el papel de nuestro país en la mediación para la resolución de ese conflicto se haya visto reducido a simple acompañante de las propuestas de otros países?

 El Gobierno español mantuvo durante los últimos años de la Administración de Bush un acercamiento a Siria que disgustó a EE UU y provocó roces diplomáticos. Tal vez fuese la visita relámpago de Moratinos a Damasco en 2006, un año después del asesinato de Hariri, el motivo principal, tal y como revelaron los cables de la Embajada de EE UU en Madrid. O tal vez fuese el viaje al final del mandato del gobierno socialista y con el conflicto sirio en plena efervescencia, de la por entonces ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. En este viaje la Ministra destaco “la voluntad real” reformista de Bashar el Asad.

También es muy probable que por parte de EE.UU existiesen toques de atención a la política exterior de España, lo cual ha producido una bajada del protagonismo de nuestro país en relación a este conflicto. Esta teoría no deja de ser incomoda por la propia necesidad de España de tener un papel relevante ya no solo por la imagen en el plano internacional, si no por los propios intereses nacionales.

Que España fuese uno de los primeros países en reconocer a la Coalición Nacional de las Fuerzas de Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) como representante del pueblo sirio y pidiese al actual presidente, Bashar al Assad, "dejar el poder y ceder el testigo" es una muestra de los esfuerzos por no quedarse fuera del núcleo de toma de decisiones en lo concerniente a Siria. Además, prueba de ello es el apoyo a la iniciativa Franco-Británica de levantar el embargo de armas a la oposición siria, tal y como comentaba el ministro de Exteriores, García-Margallo, apostando por levantar el embargo armamentístico pero no entregar dicho material militar hasta la Conferencia de paz de Ginebra cuya fecha de celebración debe ser próxima. El ministro a su vez insistía en que habría que evitar que las armas cayeran en manos de yihadistas, el gran temor de la mayoría de gobiernos occidentales.

También la celebración de una reunión en Madrid de los miembros de la oposición siria al régimen de Bashar al Asad, con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y cuyo objetivo era el de encontrar una solución política al conflicto de cara a la próxima conferencia internacional propuesta por Estados Unidos y Rusia, ha significado un paso en el posicionamiento de apoyo al dialogo entre las partes, pero aun así siguen sin ser determinantes.

Sería bueno que España fuese capaz de tener más peso a la hora de marcar agenda y que se aprovechasen las intervenciones diplomáticas y las no diplomáticas que se han ido realizando desde los años 80. Nuestro país ha jugado un papel destacado apoyando a Siria, pero también condenándola y el gobierno debería aprovechar esta circunstancia. Los refugiados políticos acogidos, algunos muy incómodos como fue el caso del tío del actual presidente Rifaat el Asad que intento dar un golpe de estado y otros incluso con antecedentes extremistas, o las visitas de altos mandatarios realizadas por ambas partes, entre otras circunstancias, nos habilitan para tener un papel relevante, pero el miedo a la reprimenda que nos pueda dar EE.UU nos paraliza a la hora de llevarlo a la práctica.

sábado, 25 de mayo de 2013

A por el de la chilaba.


Esta última semana han sucedido varios trágicos sucesos, pero los medios están gastando mucha tinta en resaltar sobre todo dos, el asesinato de un militar en Londres y el apuñalamiento de otro soldado en París.

En el relato descrito por los medios y redactados de una forma peculiar por los periodistas, han resaltado la religión que profesaban los asesinos del londinense (que parece ser que confesaron ser musulmanes) y la supuesta religión del criminal que ha agredido al militar francés. En las primeras horas del crimen londinense, un medio de difusión nacional  describió a los asesinos como ciudadanos que no iban vestidos con “ropas musulmanas” y en la agresión del soldado francés hablan del agresor como un hombre de unos 30 años, “barbudo, que iba vestido con un blusón negro y una chilaba de color claro”.

Con estas descripciones quieren trasladar que una imagen sea asociada a crímenes, lo que provocara una alarma social injustificada y lo más peligroso de todo, una caza de brujas a todas aquellas personas cuya vestimenta sea similar a la que han utilizado estos criminales.

Llevar “chilaba”o dejarse “barba” será un factor determinante para ser sospechoso y ya no hablamos de ser musulmán, factor que resaltan cada vez que se da una noticia de este calado.

En estos tiempos en los cuales la información es compartida por toda la población del planeta gracias a las redes sociales e internet en apenas unos segundos, la responsabilidad que cada persona debe tener a la hora de facilitar información debe ser escrupulosamente respetada. Los medios de comunicación así como las herramientas de interacción, son, a la vez que difusoras de información, generadoras de opinión y por desgracia en lo referente a los musulmanes están sirviendo para ponerlos en la diana de una sociedad que en época de crisis cada vez busca mas culpables de sus problemas aunque estos no tengan nada que ver con el asunto que se menciona. 

Sucesos tan lamentables como los que acontecen estos días provocan un rechazo y un refuerzo de estereotipos y prejuicios hacia los y las musulmanas, provocando que una parte cada vez más amplia de la sociedad justifique conductas de exclusión y rechazo hacia las personas que profesen esa religión y cuya vestimenta no sea la dictaminada por las firmas de ropa occidental y los grandes almacenes que utilizan como “esclavos” a seres humanos en Bangladesh.

Pasados los días, cuando estas agresiones se “olviden”, ocurrirá que en algún municipio de España algún alcalde o alcaldesa iluminada, negara que ciudadanos de pleno derecho puedan tener un lugar de culto donde reunirse y la reacción de la gente será la de apoyar esa restricción de derechos constitucionales, porque en el subconsciente tendrán grabado que personas con “chilabas” apuñalan. También sucederá que un día no muy lejano, saldrá una chica denunciando que en su colegio o instituto no la dejan estudiar al llevar el pañuelo en la cabeza y otra vez el subconsciente jugara una mala pasada a nuestra querida ciudadanía del Siglo XXI y justificaran que la joven no pueda estudiar. 

Cuando eso suceda, los medios de nuevo se harán eco de esas noticias y en ningún momento recordaran que un día ellos fueron participes de la creación de estereotipos y prejuicios y se preguntaran que es lo que pasa en esta sociedad globalizada en la cual la diversidad en lugar de riqueza, es vista como fuente de problemas y exclusión.


Ojala me equivoque, pero lo que veo y leo me induce a pensar así. Aun así, estamos a tiempo y si nos damos cuenta de que todas y cada una de las personas de esta sociedad somos responsables de lo que le sucede al otro y nos involucramos en una lucha y respeto de la diferencia sin caer en estereotipos, evitaremos futuras discriminaciones.

lunes, 15 de abril de 2013

La Unión Europea y Libia.


Uno de los beneficios que debería tener para la acción exterior de nuestra querida Unión Europea la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, sería la figura del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (que ademas es Vicepresidente de la Comisión)  que permitiría dar mayor peso, coherencia y visibilidad a la actuación exterior.

Pero una vez mas lo escrito en el papel, si no es llevado a la práctica, se convierte en una declaración de intenciones. Por desgracia y por suerte, el ser humano aprende de los errores cometidos y en el caso de la intervención en Libia debemos sacar una lección de cara al futuro.

Los países que conforman la UE tienen una historia de colonialismo y relaciones con muchos países del mundo desde hace muchos años e incluso siglos y esto a veces es un factor decisivo a la hora de tomar decisiones de cara a la política exterior. Este dato en cambio no debería de ser preocupante ya que al estar dentro de la propia UE el posicionamiento de un país miembro debería ser consensuado con el reto de países miembros y  adoptar conjuntamente una postura basada sobre todo en los principios fundacionales de la propia UE. Es decir, el resto de países miembros entenderían y legitimarían el posicionamiento de un país miembro de la UE respecto a un tercer país puesto que este primero ha tenido y tiene lazos históricos y culturales muy fuertes y se da por hecho la defensa de derechos y valores como la  libertad, la solidaridad y la seguridad entre otros.

Teniendo esto en cuenta nos preguntamos, ¿qué ha pasado para que en la intervención en Libia la UE no haya estado unida?

Podríamos decir que se carece de un fuerte liderazgo de quien debe pilotar la acción exterior  de la UE, en este caso Catherine Ashton y no de la figura como tal, ya que se ha comprobado que anteriores responsables (Aunque no con la misma responsabilidad en el papel) y con menos espacio de maniobra, consiguieron en varias ocasiones mayor unidad de la UE. Véase el caso de Javier Solana conocido socialmente como Míster PESC. 

A esto habría que sumar lo anteriormente dicho de la prioridad que establecen los países miembros de la UE de sus intereses individuales sobre los intereses comunes. Así, el resultado final es que en el conflicto libio nos encontramos con países como Francia y Reino Unido que rápidamente legitimaron a la oposición al régimen de Gadafi y redactaron inclusive un texto que proponía ataques aéreos a las tropas del gobierno, mientras el resto de países estaban todavía pendientes de una posición común que debería ser consensuada con el resto de países de la UE. Se llego incluso a la situación de enfrentamiento claramente abierto de Alemania, apoyada por Italia, frente al dúo Franco-Británico y el papel de la Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (Británica) quedo debilitado. Los líderes europeos pedían una sola voz, pero mientras tanto hacían declaraciones sobre si se debía intervenir o no, cosa que contradecía esa solicitud que hacían.

Por suerte si se llegaron a posicionamientos comunes en la exigencia de la retirada del poder del Coronel Gadafi y en prestar apoyo humanitario a la población civil desplazada. Lo que hizo que la menos los valores humanos intrínsecos a la creación de la Unión Europea, fuesen eje de la acción exterior. Estas acciones humanitarias fueron la antesala del acuerdo que se adoptaría en el Consejo Europeo y que su presidente Herman Van Rompuy trasladaría a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Dando en esta ocasión una sola voz de respuesta y de posicionamiento como UE ante el resto del mundo, pero la imagen anterior  de desunión seguía estando presente.
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Por otro lado, estos sucesos nos deben hacer reflexionar si la acción exterior de la UE tiene capacidad o no de estar unida frente una acción militar exterior y habría que suponer también de defensa. Los acuerdos en esta materia son difíciles y duros de alcanzar pudiendo recordar la intervención en la guerra de Irak, esta ultima de Libia, la que sucede en Mali o la que sucede también en Siria, donde no se ve, ni se alcanza una voz común frente a estos retos que por desgracia acarrean la muerte de seres humanos. El eterno dilema surge frente a la ratificación o no de la ONU a cualquiera de este tipo de intervenciones militares unido a la pertenencia o no de la OTAN, haciendo que estos factores sean esgrimidos por algunos países como requisito indispensable para una intervención militar, lo que debilita la posición unificada de la UE.

Como consuelo nos queda ver que tal y como mencionaba antes, el consenso en materia humanitaria sigue existiendo y el compromiso de acciones en este sentido propicia que la UE sea vista como un garante de los Derechos Humanos y de la solidaridad, propiciando la ampliación de la democracia en el resto de países, así como ayudando a que prosperen reforzando la llamada Política Europea de Vecindad.

miércoles, 3 de abril de 2013

¿Igualdad?


Sinceramente, creo que ser justo es difícil, muy difícil, pero ¿ser equitativo es difícil? Creo que no.
Cuando salen noticias de niñas que no pueden acudir a la escuela en provincias de países como Pakistán o Afganistán, gran parte de la sociedad española se indigna y muestra todo su rechazo a semejante acto de barbaridad y crueldad. Estas noticias suelen tener un espacio amplio en las páginas de nuestros periódicos y en las redes sociales la difusión es elevada.

Pues bien, hoy hemos tenido noticia de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de un caso parecido al de los que suceden en Afganistán, Pakistán, etc. Digo parecido ya que la justicia de nuestro país ha avalado que un instituto pueda decidir quien acude a clase y quien no, más o menos como hacen los talibanes en Swat (donde tirotearon a Malala) o en Badakshan (donde quemaron dos colegios de niñas).

¿Donde está la igualdad de acceso a un derecho humano como es el Derecho a la Educación, cuando un Tribunal de Justicia permite que un centro escolar con su reglamento interno decida quién puede ir a clase y quién no? Como decía antes, la igualdad no debería ser tan difícil de propiciar, pero cuando la mente está llena de prejuicios y estereotipos esta tarea se convierte en algo complicado.

 Parece que Talibanes hay en todo lados.

viernes, 25 de enero de 2013

138. Israel, camino de un posible aislamiento o no.

El pasado 29 de Noviembre de 2012, 138 países votaron a favor de la incorporación de Palestina como estado observador en la ONU, 41 se abstuvieron y 9 países se negaron. EE.UU, Canadá, República Checa, Panamá, Nauru, Palau, Micronesia, Islas Marshall e Israel, fueron los países que votaron no.

Si sumamos la población que representan los países que han votado en contra de esta decisión nos daría aproximadamente un 5,2% de la población mundial. Por otro lado los países que votaron sí o se abstuvieron, representan el 94,8% de la población del mundo, 6.630 millones de seres humanos.

Tal vez pueda parecer que este dato no es relevante, pero si vamos desglosando entre continentes, importancia en la economía actual y previsible importancia en la economía mundial futura (los llamados países emergentes), la lectura del dato merece más relevancia.

Por ejemplo, fijémonos en el resultado de lo votado por los países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este Consejo está formado por 5 países, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, solo uno ha votado en contra EE.UU. Este resultado sería impensable hace pocos años, pero lo importante no es eso, si no la tendencia que puede estar marcando.

Pero ¿y si nos fijamos en lo votado por los países de centro-América y del cono sur? Vemos que el único que voto en contra fue Panamá, que sumado a las abstenciones de Colombia, Paraguay y Guatemala, dan un resultado alentador para Palestina de cara al futuro. Fijémonos que Brasil, uno de esos países emergentes y que se baraja pueda entrar en el Consejo de Seguridad Permanente (de ampliarse este), vota a favor. No quiero entrar a valorar el perfil de la sociedad brasileña, pero se debe tener en cuenta una gran simpatía por la causa palestina que marca su agenda internacional.

¿Y si nos fijamos en lo votado en Asia? Veremos que el voto a favor se convierte en aplastante, siendo solamente Mongolia y Corea del sur los únicos que se han abstenido. Podríamos valorar el voto de Corea del sur por el apoyo que le presta EE.UU en la difícil situación con su vecino del norte, provocando así un voto de seguidismo a lo que vote EE.UU. Aun así lo destacable de esa zona del mundo es el voto de dos grandes países en la economía mundial de ahora y sobre todo del futuro, China e India. Los intereses de China en muchos países árabes y de mayoría musulmana, marcan también la agenda internacional de este gigante asiático y podemos ver que la importancia de Israel va cada vez a menos en lo referente a las relaciones comerciales.

¿Y en África, cual fue la tendencia de voto? Vuelve a haber una mayoría aplastante del sí y los únicos países que optaron por la abstención fueron Zaire, Malawi, Camerún y Togo. No debemos obviar la creciente presencia de China en todo este continente y la coincidencia en muchas de las posturas que se están tomando en el plano internacional. También es importante tener en cuenta el voto a favor de Sudáfrica  que es uno de los más claros y firmes apoyos a la creación de un estado palestino. Recordemos que en el caso de ampliación de la permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, desde hace tiempo se viene reivindicando la presencia de un país africano y Sudáfrica es un firme candidato.

¿Y Europa? Pues el único voto en contra es de la República checa a las cuales sumar las abstenciones de Reino Unido, Alemania, Albania, Andorra, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Estonia, Hungría, Holanda, Mónaco, Montenegro, Polonia, Rumanía  Eslovaquia, Eslovenia, macedonia y Letonia. Europa sufre un desgaste interno muy grande con cada posicionamiento respecto a Palestina e Israel, pero esta tendencia tiende a desaparecer con el tiempo y prueba de ello es que solo un país voto en contra. Ni si quiera Reino Unido quiso negar el derecho de Palestina a ser miembro observador de la ONU.

Esto marca una tendencia que desde Israel no debe de obviarse. Aunque las simpatías de la ciudadanía europea siempre han sido mayoritariamente hacia Palestina, los gobiernos europeos siempre dudaban en mostrar este apoyo en los organismos internacionales. Ahora parece que las nuevas generaciones de políticos, conocedores de la historia de Europa, pero que no se sienten en la obligación de seguir siendo rehenes de unos acontecimientos que no deben volver a repetirse, han optado por adaptarse a la realidad actual y empiezan a ser conscientes de que lo sucedido hace años no puede servir de eterna excusa.

Estas situaciones que se dan en Europa, podrían ser extrapolables al resto del planeta y deben de servir para que Israel se replantee su política de apoyos y sobre todo su política de cara a la creación del estado palestino. Cada día que pasa, quien pierde más es Israel y todo por la inoperancia de parte de su gobierno y su política exterior en el sentido más amplio.

Los gobernantes de la mayoría de los países del mundo son fiel reflejo de su sociedad y en votaciones como la acontecida el pasado noviembre en la ONU, se ve por dónde va la opinión pública. El conflicto que afronta la creación de un estado Palestino es un tema ampliamente conocido por la mayoría de la población del planeta y el que un país apoye o no esta opción cada vez depende menos de las presiones internacionales y de esto debería ser consciente el gobierno de Israel, ya que de seguir con esa actitud, el aislamiento en el apoyo a su causa puede ser mayor.